Tu cocina con corazón

10 tips para cuidar tu cocina correctamente

Descubre nuestros consejos para usar y mantener tu cocina en perfecto estado. Las recomendaciones de Antalia para el mantenimiento de tu cocina.

10 tips para cuidar tu cocina correctamente

Si lo pensamos bien, la cocina es el campo de batalla de una casa. En ella, se trabaja a destajo con temperaturas extremas (lo mismo se hierve agua, que se manipula alimentos congelados) o se utilizan cuchillos afilados para cortar y despiezar, utensilios de acero y productos que manchan y generan desperdicios. Y todo ello en condiciones de humedad y de calor: los muebles de la cocina deben soportar al mismo tiempo el frío del frigorífico y el calor de la placa o del horno en pleno funcionamiento.

Y, sí, por supuesto: las cocinas están diseñadas para ello, pero en nuestras manos está seguir una serie de pautas con las que alargar su vida y conseguir que su imagen sea como la del primer día. Así que, definitivamente, necesitamos consejos para cuidar la cocina y mantenerla como nueva… y es justo lo que en este post te ofrecemos. ¡Allá vamos!

No te descuides y limpia con mucha frecuencia

La cocina es el lugar de la casa donde podemos encontrar más suciedad, por ello requiere una limpieza periódica (casi metódica). Debes saber que es la estancia donde más bacterias se acumulan y, por higiene y por salud, es aconsejable pasar un paño por su superficie para eliminar restos de comida y demás. Con el tiempo, las manchas se resecan y es más difícil eliminarlas, por tanto, el mejor consejo es que tomes la limpieza como un hábito y que, siempre que utilices la cocina, la dejes después como estaba.

Nunca utilices estropajos o agentes abrasivos

Son una tentación, sí, porque nos facilitan el trabajo y logran sacar la suciedad de forma más rápida y profunda, pero los muebles sufren y se deterioran. Por ello, no emplees estropajos o agentes abrasivos sobre la superficie de tu cocina. Olvídate de lejías, disolventes, alcoholes, aguarrás, acetona, detergentes fuertes, amoníaco, etc. Y si, por alguna causa vas a utilizar productos abrasivos o tóxicos, sigue al pie de la letra las instrucciones y recomendaciones de los fabricantes y emplea todo tipo de protección que se requiera.

Paño húmedo, tu mejor aliado

Para eliminar las manchas de la cocina, es suficiente pasar un paño húmedo con agua y detergente neutro y secar a continuación con papel de cocina para no dejar huellas. Con esta simple fórmula, lograrás mantener la higiene de tu cocina sin dañar los muebles y sin dejar restos de productos tóxicos en superficies en las que luego posarás los alimentos que vas a comer.

Cuidado con el calor: evita los aparatos que lo potencian

Una cocina ya tiene suficiente dosis de calor con la placa, el horno, el microondas y las cacerolas recién calentadas. Por ello, no utilices aparatos de limpieza con vapor y protege los muebles altos evitando colocar bajo ellos electrodomésticos que emitan un calor excesivo como, por ejemplo, las cafeteras.

Nunca deposites directamente en la encimera recipientes recién retirados del fuego u horno

Sabemos que lo fácil es posar las cacerolas y sartenes recién salidas de la placa o el horno sobre la encimera, pero ese contraste de temperaturas no beneficia a esa superficie. Por ello, siempre que puedas, utiliza soportes que eviten que traspase el calor a la encimera.

Espera 20 minutos a abrir tu lavavajillas

No abras la puerta del lavavajillas hasta pasados 20 minutos desde la finalización del ciclo de lavado. Si lo haces justo al terminar el lavado, todo el vapor y el calor del lavavajillas «golpeará» bruscamente a los muebles cercanos, minando su durabilidad. Es preferible esperar unos minutos a que ese calor disminuya y, entonces, sí, abrir el lavavajillas.

Utiliza la campana extractora

Hazlo siempre que se cocine para evitar que los residuos grasos se depositen sobre los muebles. Y, además, no olvides mantener los filtros limpios y cambiarlos cuando resulte necesario.

Reparte el peso en tus muebles

Los muebles soportan mucha carga, pero a veces esta es excesiva y terminan cediendo o deformándose. Para evitarlo, es recomendable repartir la carga uniformemente por toda la superficie del mueble y no exceder la carga máxima señalada por el fabricante.

Para el peso, utiliza los cajones inferiores

Para almacenar la vajilla, cacerolas, sartenes y elementos pesados, es preferible utilizar los muebles y cajones inferiores, reservando los cajones más altos para aquellos elementos más ligeros. La razón es sencilla: los muebles bajos gozan de más resistencia porque están apoyados sobre el suelo, mientras que los altos cuelgan de la pared y tienen menos capacidad de soportar peso. Tenlo en cuenta…

Protege tus muebles de la luz

Disponer de luz natural en la cocina es una bendición, pero también hay que tener ciertas precauciones. Por ello, si te es posible, protege los muebles de la luz solar ya que puede deteriorar o alterar los colores de los mismos. Unas cortinas o estores pueden ser muy útiles para este fin.

Como habrás podido comprobar, para obtener el mejor resultado de una cocina y alargar su vida es necesario tener un cuidado especial y realizar un mantenimiento correcto de los muebles. Muchas de las pautas dadas se resuelven fácilmente simplemente incorporándolas como un hábito o dedicando un momento a pensar en cómo distribuir tu cocina, así que ¡no lo dejes pasar! Disfrutarás de una cocina bonita, práctica y en buen estado mucho más tiempo.

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